Esta operación enfrenta el desafío de conectar dos escalas, la de viviendas adosadas y pequeños edificios en la rue des Rieux y la de la avenida Victor Hugo con una altura de 8 plantas.  Separándose de su vecino para evitar muros ciegos y abrir vistas para cada pieza, el proyecto busca la continuidad visual hacia el interior de la manzana, compuesto de jardines y aumentar el confort al interior de cada vivienda. Este retranqueo permite al mismo tiempo crear un acceso independiente a las oficinas y abrir el jardín de la planta baja hacia la calle. La racionalidad de la organización en planta permite modificar fácilmente las tipologías, pasando de dos a tres o cuatro dormitorios, y transformar las oficinas en viviendas según las necesidades de comercialización de la operación.